En la cocina hay espacio para toda la familia y es un buen momento para pasarlo con lo más peques de la casa. Los niños cuando son pequeños son muy curiosos, para ellos todo es un juego y seguro que tienen muchas ganas de aprender y experimentar en la cocina.
La cocina se puede convertir en un juego que ayude a estimular la creatividad de los más pequeños. Cocinando con ellos aprenden matemáticas (al medir los ingredientes), además amplían su vocabulario (conocen nuevos alimentos), pueden aprender hábitos de vida saludable, a compartir, ayudar en casa, desarrolla su destreza manual, así como la comunicativa.
En la cocina los niños descubren sabores y olores, lo que puede ayudar a desarrollar la memoria gustativa y olfativa.
A la hora de escoger la receta, podemos elaborar con los niños una lista de platos sencillos. Esta lista puede contener todo tipo de platos (entrantes, plato principal y postre). Por ejemplo: se pueden hacer brochetas de bruta combinando los colores, dejar que elijan los ingredientes de una ensalada…
Para que los niños pasen un buen rato en la cocina lo que podemos hacer es:
- Antes de nada le podemos explicar normas de seguridad. Nos lavamos las manos y nos ponemos el delantal
- Mandarles tareas sencillas que puedan hacer (echar, mezclar y amasar ingredientes, decorar)
- Jugar con los colores de los alimentos.
- Si están aprendiendo a contar que puedan coger medidas.
- Podemos hacer que poner la mesa sea algo divertido, contando los platos, los vasos y los cubiertos.